Sarah Winchester (1839-1922) fue la esposa de William Winchester, el heredero de la famosa fábrica de rifles Winchester (Winchester Repeating Arms Company).
La familia Winchester se dice que estaba perseguida por una maldición que, además de la propia familia sufrió Sarah Winchester junto a su marido.
Las desgracias se sucedían una detrás de otra desde la muerte de su único hijo con 15 días de vida hasta la muerte de William por tuberculosis.
Antes de quedarse sola, Sarah ya había ingresado varias veces en psiquiátricos debido a que según ella la perseguían las almas de las víctimas de los rifles fabricados por la empresa de su marido.
Todo esto se agrabó ya que sin su hijo y su marido se dejó recomendar por diferentes mediums, hasta que una de ellas, Mina Crandon (Margery), la dijo que debía esconderse de los fantasmas donde el alma de su marido se lo dijera. Y así acabó en 1884 en el valle de Santa Clara, donde construyó su famosa mansión.
Durante los siguientes 38 años que vivió se trabajó 24 horas al día, todos los días, en la construcción de su enorme casa de 7 pisos de altura, donde ella dormía en habitaciones diferentes todos los días. Además se hicieron numerosas escaleras, de las cuales muchas no conducían a ningún sitio, y miles de puertas que llevaban a habitaciones, al jardín, o incluso a simples muros; todo ello con la finalidad de despiestar a los fantasmas que la atormentaban.
Todo esto dio como resultado la mansión con 160 habitaciones y 2000 puertas que aún hoy sigue en pie y puede ser visitada tanto por turistas curiosos como por amantes de lo oculto haciendo sesiones de espiritismo.
Sarah descansó del tormento en 1922 a los 83 años de edad.
Escalera que no conduce a ningún sitio:
Puerta que lleva a un muro:
Ventana en el suelo: